Desde tiempos inmemoriales el hombre se ha visto impelido a trazar objetivamente las dimensiones de las cosas en el mundo: la superficie de la tierra, las distancias entre puntos diametralmente opuestos, entre muchas otras. De ahí que la invención de la topografía tenga sus primeros registros en los tiempos lejanos de Ptolomeo, de los egipcios y sumerios, cuando delimitaban una propiedad o una ciudad-estado.
Es así como la evolución del campo de la topografía ha venido a ser significativa, alcanzando en el devenir del tiempo mayor rigurosidad, sofisticación y precisión en sus métodos. Por ejemplo, antes de la aparición de los drones, la topografía clásica exigía mayores esfuerzos y por tanto, tiempo para alcanzar los resultados deseados. Se operaba analógicamente con instrumentos de mediciones clásicos como la cinta métrica y trípodes para trabajar una superficie, de 100 hectáreas por ejemplo, que tomaba entre 3 o 6 semanas analizar su superficie. Pero esta inversión de tiempo y esfuerzo físico ha sido reducida y simplificada con la llegada de los drones.
Con lo drones, trabajar una superficie de 100 hectáreas, que antes tomaría aproximadamente un mes en su análisis, nos lleva apenas una hora. En este sentido, la aplicación de los drones en la topografía ha significado un verdadero cambio cualitativo en los métodos y resultados que se obtienen en análisis topográficos.
Actualmente, en el mercado existe gran variedad de drones con prestaciones distintas que se adaptan a las necesidad de cada cliente; entre estos vehículos no tripulados -como también se les conoce- está el Phantom 4 Pro, que entre sus virtudes tecnológica destaca su capacidad de autonomía de vuelo de hasta 28 minutos, además de incorporar una cámara con resoluciones HD.
Otros dispositivos para topografía que se perfila en los próximos años en el láser escáner terrestre puede hacer alarde de almacenar millones de datos en solo segundos y enviarlos a una nube de puntos generada, tridimensional; osea que todo lo sea objeto de topografía sería representado de manera tridimensional.
Los precios de los drones pueden pueden variar de acuerdo a varios factor determinantes, como las cámaras que incorporan los drones si son de largas distancias o de cortas distancias. También depende del sensor que monte. Algunos sensores como las cámaras Hasselblad pueden ser un poco más costosos, por ejemplo.
No obstante, todo buen técnico y especialista sabe que el mejor dron es el que se adapta a sus necesidades de trabajo. Así que, debemos afinar criterios para elegir la tecnología que más se adecua al nuestro.
